
En los artículos anteriores venimos hablando de los procesos de cambio, las barreras de los mismos y qué debemos hacer para vivirlos de una manera exitosa, cómo lo dirían jocosamente: hemos hablado de “cómo vivir un cambio sin morir en el intento” ya sea para una persona o para una organización (https://www.gapconsulting.com.co/el-cambio-parte-4-y-las-organizaciones/ https://www.gapconsulting.com.co/el-cambio-parte-3-un-mundo-de-opciones/ https://www.gapconsulting.com.co/el-cambio-parte-2-rompo-barreras/ https://www.gapconsulting.com.co/el-cambio-parte-1-resistencia
Sin embargo, ¿para qué esta introducción?
En definitiva los cambios producen estrés, pues el impacto de nuevas situaciones en una persona u organización, comunican inconscientemente que se deben preparar para vivir un desafío y esa preparación psicológica incluye también un aspecto físico y por supuesto emocional, a todo esto le podemos llamar estrés.
Para ser más específicos con el término, estrés viene del griego stringere, lo que significa ‘provocar tensión’. O cómo lo diría Guerrero Barona (1999), el estrés se explica haciendo referencia a los estímulos ambientales externos al sujeto (o estresores) y se interpreta que éstos perturban o alteran el funcionamiento del organismo, es decir, todo aquello que no venga de la persona que se estresa y le genera tensión.
Guerrero distingue dos tipos principales de estresores:
- Psicosociales: Se refiere a aquellas situaciones que no causan directamente la respuesta de estrés, sino que se convierten en estresores mediante la interpretación cognitiva o del significado que la persona le asigna, por ejemplo:
Justo antes de una conferencia, María y Pedro (los speakers) salieron a cenar, estando en el restaurante al mesero se le cayó un cubierto justo en la sopa de Pedro, lo cual hizo que salpicara su ropa de comida, María se percató que a ella también le alcanzó a salpicar. Pedro se fue al baño para procurar hacer algo al respecto, en tanto que María muy molesta le pide al mesero hablar con el administrador.
Aunque Pedro y María comieron gratis por el percance, María se encuentra muy molesta y se siente insegura para realizar la conferencia, pues ninguno alcanza a llegar al hotel para cambiarse la ropa, ella tiene la ropa manchada, Pedro la logró limpiar, sin embargo la tiene mojada y cómo dice María – ¡para rematar estoy sudando por montones! Y esa comida me cayó mal, me duele el estómago- todo esto genera que María tome la decisión de cancelar a última hora su participación en la conferencia.
¿Ud. Qué haría estando en los zapatos de María?
¿Qué pasó con Pedro?
Pedro estaba feliz porque no pagó la cena con María, en el camino al lugar de la conferencia notó que aunque no alcanzaba a cambiar su ropa, de a poco se le iba secando y finalmente usó el incidente para abrir su discurso con una anécdota que rompiera el hielo con el público.
En definitiva, tanto María como Pedro vivieron la misma situación, sin embargo fue un estresor para María y NO para Pedro pues ambos le dieron una interpretación diferente, es decir, lo que ocasionó que María reaccionara así, que tuviese sudoración, dificultad para digerir la comida y bloqueo en sus ideas (no acudió a la misma estrategia de lavar su ropa en el baño como lo hizo pedro), NO fue la situación en sí, sino el significado que María le dio, es por eso que ambos la viven diferente.
Nos puede pasar cómo a María, se nos salpica la ropa, alguien en la casa no nos saludó, se nos rompe el zapato, me deja el bus para el trabajo, etc. Sin embargo mi forma de concebir la situación, cómo la interprete y lo que ella signifique para mí, determinará sí supone una fuente de tensión y estrés para mí.
Hoy te invito a cuestionar de tu vida…
¿Qué te genera estrés?
¿Qué estás haciendo para evitarlo?
¿Qué opinan aquellos que te rodean?
- Biológicos: Son estímulos que se convierten en estresores por su capacidad para producir cambios bioquímicos o eléctricos en el organismo que facilitan por sí mismos la respuesta de estrés, por ejemplo, exponerse a ruido intenso, tomar una taza de café, etc.
Cómo entenderá aquello que nos puede generar estrés es incontable, en especial sí hablamos de estrés psicosocial, sin embargo lejos de ser “el malo de la película” el estrés nos ayuda funcionar cómo debemos funcionar en situaciones emergentes y/o de crisis, funciona de una forma muy parecida a la ansiedad.
Lo invito a ver el siguiente video sobre la ansiedad que le puede aclarar mucho mejor lo anterior:
En resumen, el estrés NO es malo, es necesario, reconcíliate con él y las oportunidades que te brinda.
Referencias:
*Cita de Sanchez J. (2010), en su artículo “Estrés laboral”, Hidrogénesis Vol.8. N°2. 2010.